Hoy os propongo un viaje a la postmoderna suecia de los 70 para intentar comprender un poco las contradicciones que azotan nuestra mediterránea sociedad actual... como la expansión del concepto IKEA. Para ello hay retrotraerse a esos años de horterismo preochentero y ser conscientes de la exportación mas importante que el país mas sociológicamente avanzado de la tierra nos ofrecía: ABBA. Amén de grandes genios del cine como Igmar Bergman o Dolph Lundgren.
Supongo que, quien mas quien menos, conoce al celebre cuarteto sueco que triunfó mundialmente con sus pegadizas canciones y su moderna estética, asimilada rápidamente por una de esas juventudes sin criterio, y mayormente lobotomizada, que todas las generaciones humanas, indefectiblemente, han tenido que sufrir.
Suecia es el tercer país que mas música exporta después de USA y UK. Por ello, rápidamente la estética Abba se fusionó con los grupos de folklore popular sueco, dando como resultado multitud de sucedáneos que surgieron con inusitada fuerza. Aquello era como un paritorio de conejos, pero con los pelos largos, pantalones de campana y colores chillones. Mas que grupos musicales eran como una especie de equipos de bolos, a los que se les distinguía mas por el color de su indumentaria que por el nombre.
¿Seguís sin creerme? Observad, observad y pasmaos.
Y de paso os dejo una muestra de arte preIkeista de principios de los 70, que incluye a algunas señoritas ligeras de ropa... ¡Hay que ver lo adelantados que estaban ya entonces!
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