
Sabido es mi interés por el mundo ferroviario. Por eso cuando los trenes y el cine se juntan no me puedo resistir. Así sucedió hace años cuando, en un programa de la filmoteca, anunciaron la proyección de “Pánico en el Transiberiano”. Si a eso añadimos que es una producción española de 1972, con Christopher Lee, Peter Cushing, Telly Savalas y Silvia Tortosa en el reparto, mi estado pasó a ser de auténtico júbilo.
A principios del siglo XX, el Profesor Alexander Saxton (Christopher Lee) halla en Siberia los restos congelados de un homínido prehistórico. En su regreso a Londres decide viajar en el legendario tren, donde se cruzará con su colega y rival el Doctor Wells (Peter Cushing), una pareja de condes rusos, un monje fanático, una bella espía y un peligroso policía ruso.
Empieza la fiesta.
Dentro del homínido se encuentra dormido y congelado un ente que, al chacachá del tren, despierta y procede a poseer el cuerpo de un infeliz que pasaba por allí. Se suceden una serie de asesinatos, investigaciones, conspiraciones políticas y diálogos míticos: “Puede que uno de ustedes dos sea el monstruo” inquiere el inspector Mirov a Lee y Cushing. “¿Nosotros? Imposible, somos ingleses”.
La segunda mitad de la película reserva su aparición a la estrella invitada: el Capitán Kazan, un cosaco bebedor, xenófobo, mujeriego, sarcástico y violento, interpretado por un grandísimo Telly Savalas, que se lo pasa pipa convirtiendo a su personaje en la estrella de la función. Pero nuestro ente favorito sigue allí. Por fin, gracias a un experimento sin igual, uno de los pasajeros descubre que la extraña criatura es, en realidad, un extraterrestre atrapado en la Tierra desde la época de los dinosaurios. La criatura trata de escapar, convirtiendo a los cosacos en un ejercito de zombies, a los que habrán de hacer frente nuestros dos héroes, de los que nos habíamos olvidado.

Se que contado así puede parecer un sindios, pero muy al contrario. Su director; Eugenio Martín, con un bagaje de spaghetti westerns de calidad y “La vida sigue Igual” (starring Julio Iglesias as Himself), imprime coherencia a este aparente desaguisado, logrando no solo un producto digno. “Pánico en el Transiberiano” emula las producciones de la Hammer, contando con sus dos actores mas carismáticos, y llega por momentos a superar a algunas de ellas. Tiene, además, una ambientación y unos efectos especiales que, aunque hoy obsoletos, son mas que correctos para la época. Y si, es la mejor película de la historia del fantaterror español. Por cierto, que el difunto Paul Naschy la odiaba. ¿Envidia? Algo de eso había.
Comedia policíaca que fue un spin-off de “Billie Joe y su mono”, a su vez versión de la película de Clint Eastwood “Duro de Pelar” (la del orangután). Mezcla de parodia de serie policial y película de coches de Burt Reynolds. El Sheriff Lobo es un tipo corrupto e incompetente que, incomprensiblemente, acaba haciendo lo correcto sin proponérselo. Esas cosas pseudomoralistas de la tele. En 2002 fue incluida en el puesto 36 de los 50 peores programas de la historia de la televisión norteamericana.
Inspirándose en, la entonces reciente, “En busca del Arca Perdida”(1981), esta serie, ambientada en los años 30, recrea las aventuras de Jake Cutter, un piloto de hidroavión que junto a su mecánico y su perro tuerto viven una serie de aventuras en la polinesia francesa. Otros personajes que andaban por allí eran el carismático dueño del “Monkey Bar”, la cantante, en realidad espía americana , el espía alemán que se hace pasar por cura, y una banda de contrabandistas y samuráis liderada por una princesa. Las historias mezclaban búsqueda de tesoros, rescates clásicos y lucha contra los nazis.
Las aventuras del cazador, Frank Buck que, en un ejercicio de ecologismo sin precedentes para la época en que se mueve, se dedica exclusivamente a capturar animales vivos. También ambientada en los años 30, en Singapur. Nuestro héroe, que reside en un hotel de lujo, se enfrenta a peligros tales como espías, cazadores furtivos y delincuentes de todo pelaje y condición, y algún que otro nazi. ¿Alguien dijo Indiana Jones? Protagonizada por Bruce Boxleitner (Tron). No dejéis de ver el video de los créditos, donde todos los personajes miran y sonríen a la cámara. Impagable.
Larga es ya, la tradición de las series británicas de ciencia ficción, en todas sus vertientes: “Doctor Who”, “Torchwood”, “Enano Rojo”, “Max Headroom” o “Guía del autostopista galáctico”. “Chocky” fue otro intento. Basada en la novela homónima de John Wyndham. El problema residía en que estaba orientada hacia el público infantil, pero resultaba, o demasiado densa, o demasiado extraña. La historia: Mathew es un (grimoso) niño de 6 años que entra en contacto con una criatura extraterrestre; una extraña luz que solo él puede ver. Todo esto provoca que la relación con sus padres y el mundo resulte… complicada. ¿Estaba acaso hablando sobre esquizofrenia infantil? Como digo, demasiado extraña. 





