miércoles, 10 de febrero de 2010

Cosas escritas que la gente escribe

Vamos a proceder hoy, un día cualquiera, a hacer una pequeña recopliación de carteles y advertencias en los que sus autores, de motu propio y sin ánimo de lucro, otorgan sabios consejos que no debemos dejar caer en saco roto.

Contra el crimen mano dura, si. Pero también rehabilitación e integración. Esto es como en el colegio: el que lo haya cogido que lo deje en la mesa del profesor mientras los demás cerramos los ojos (no se vosotros pero una cosa así la viví en 4º de EGB) Evidentemente nadie dejó nada en nigún sitio... y no todo el mundo cerró los ojos, claro. En cualquier caso, los culpables serán castigados, ¿como? cagandose en lo que sea menester... algo que parece es muy habitual, como vereis en el siguiente ejemplo.

En este caso el delito no ha sido perpetrado, pero queda advertido seriamente: Contra el crimen, cacotas, mas claro que en el código penal. Apuntaos eso. Pero no podemos tomarnos la justicia por nuestra mano, asi cuando nos convenga. De ello nos advierte el siguiente cartel.

Queda claro ¿verdad? Hay un momento para cada cosa y una cosa para cada momento. También deberia haber una H, pero no seamos tikis mikis. Muchas veces, lo mas importante no es tanto el como, si no el que. El contenido del mensaje, esa es la información que debemos transmitir, como sea, aunque falten letras.

Este documento genuino, que un servidor tuvo la ocasión de fotografiar, ilustra lo que comentaba anteriormente. El mensaje por encima de la forma. Delgada es la línea que separa la incultura del barroquismo, he aqui la prueba. A día de hoy mi principal preocupación siguen siendo esas misteriosas fracciones que parecen querer decirnos algo. Una especie de mensaje encriptado sobre el fin del mundo o de las obras del portal. Nuevamente, la caca donde corresponda. 

El pequeño universo de las comunidades de vecinos no deja de dar frutos. Como vemos, la higiene preocupa especialmente a los presidentes de aquellas. En este caso, parece, nos encontramos con alguien interesado en hacer las cosas por lo legal: El vecino de los salibasos será denunciado y nadie se cagará en él. Es una agradable novedad. Vean como, ante todo, nuestro hombre muestra talante y comprensión, especialmente en un tema tan delicado como en el de tender la ropa. Bien por él.

Otra captura propia. Aqui de nuevo el tema de la salud pública se hace patente. Sin embargo el autor decide no tirar por el camino facil de la amenaza y recomienda el cambio de domicilio del vecino incívico. No contento con ello, podemos apreciar en esta pintura al óleo sobre pared, la capacidad artística y narrativa del interfecto. Como el problema principal se presenta sin cortapisas, al principio de la frase, en letras grandes, remarcando esa S, en sobrerrelieve que simboliza el toque de atención sobre nuestras conciencias. Destacable es, asimismo, como el destino que el autor propone se expresa de manera pertinaz con esa doble R, que da mas fuerza al mensaje.

En este caso, el responsable va a lo esencial y nos bombardea con los conceptos básicos que debemos asumir para el completo entendimiento del mensaje en el menor tiempo posible. Posteriormente nos relata una escalofriante experiencia personal que ha de servir de aviso a navegantes.

Terminamos con este buen señor que, por encima de consideraciones de cualquier otro tipo, nos presenta a dos buenos amigos con los que, seguramente, tendrá largas e interesantes charlas durante sus viajes, en la cabina de su furgoneta, ahi los tres.


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